15.7.12

Declaración de amor

En San Pablo hay un sentimiento constante de reafirmación del amor que uno siente por la ciudad. No sé si es algo generalizado o si sólo me pasa a mí. Pero este lugar te da tantos motivos para abandonarlo, que uno debe acordarse (y convencerse cada vez) por qué sigue viviendo acá. De hecho, el año pasado salió un estudio que mostró que 51% de los habitantes se mudaría a otro lugar si tuvieran la oportunidad.

Construcciones de concreto cada vez más altas, que achican el horizonte. Calles angostas y desorganizadas, por donde pasan autos que insisten en ocupar la ciudad, llenándola de monóxido de carbono y tráfico. Transporte público que deja mucho que desear. Veredas llenas de pozos y obstáculos. Pocas áreas verdes. Demasiada gente que duerme en la calle, en condiciones inhumanas, olvidadas por el poder público. Costo de vida altísimo.

Son motivos válidos para empacar e irse -- o, en mi caso, volver a Buenos Aires. Pero en esos momentos en que San Pablo cansa, irrita y decepciona, uno se acuerda de aquellas cosas positivas, que te frenan a armar las valijas.

Y algo que siempre gana en mi batalla interior de amor y odio, es la agenda cultural. Es increíble la cantidad de eventos, exposiciones, ciclos de cine, espectáculos de danza, música y teatro, que hay en esta ciudad. Uno puede estar el fin de semana entero caminando, saltando de un lugar a otro, pero aún así lamentar por tantas otras cosas que quedaron por ver. Las propuestas son realmente diversificadas, creativas y sorprendentes. Es imposible que San Pablo te aburra con tantos estímulos.

Ayer fui a ver la exposición Mais Amor em SP, en el Museu da Imagem e do Som (MIS), que cuenta con 20 obras que revelan diferentes puntos de vista de artistas sobre la ciudad. También hay una parte interactiva, en que los visitantes responden en un pedazo de papel a la pregunta "O que você mais ama em São Paulo?" y luego lo pegan en la pared. La sala queda llena de mensajes y declaraciones de amor.



(en este Tumblr se pueden ver fotos de la exposición).



Esta experiencia me hizo pensar en cómo acá hay mucha gente que tiene una necesidad de gritarle a la ciudad que la quiere. Claro que esto no se refiere a los 11 millones de paulistanos, pero aunque sean algunos apenas, ya me resultan representativos.

Por más que se quejen de todos los problemas cotidianos, esas personas buscan motivos para amar a San Pablo y lo demuestran de formas diferentes, sea con obras de arte, encuentros o exposiciones. Como un grupo de amigos, que recorrió algunos barrios en una madrugada de marzo y pegó corazones en estatuas. El video de esa intervención urbana Aqui bate um coração (en castellano, Aqui late un corazón) también forma parte del proyecto que desarrolló la exposición en el MIS:

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